Cuando el día extiende su mano destilada
me acerca el aroma viajero y vegetal
que sabe a hombre
a canto
a cielo.
Siempre acumuló su voz en mis rincones
y de andar otros paisajes de la vida
me ha desbocado el pensamiento.
-Tal vez con él
llegó el amor desenfrenado-
Viento
le debo un árbol a tus manos
un sueño aceptable a toda mi gente
y sobre todo la promesa de un miedo menos
a donde lleves
y lleguen mis versos.-
domingo, 10 de agosto de 2008
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