en el trasfondo de lo amado.
En el ápice del nombre.
En la memoria del árbol.
Tal vez su madre fue doña celeste
y su papá don amarillo.
Es pulso.
Vida.
Motor del movimiento.
Para hallar un nombre la esperanza
a su color hizo adoptivo.
Al respecto
no queda más nada que agregar.
LORCA lo quería.-
De (ESTADOS) 1994-
3 comentarios:
Cuanto hablan los colores y como los asociamos a vivencias, sensaciones, olores...
Pase un ratito entretenido en tu blog...
Saludos ;)
Victor, gracias por tu comentario,ahora voy a tu blog, estamos en contacto, Chau..JULIO.-
"Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña..."
Bello poema el de Lorca y también el tuyo.
Ojalá el "verde esperanza" no se pierda nunca en nuestros corazones.
Abrazos
Conchi
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